No sé quién fue el nota que dijo eso de las bicicletas son para el verano, pero seguro que no vivía en Córdoba. Es más sensato pasar la canícula haciendo algo que no te lleve a urgencias por un golpe de calor, como estar en la playita (o mejor en el chiringuito de obra para que la arena no toque tus pies), en la piscina (o en el restaurante de la misma), leyendo a la sombra, tomando una caña en el bar (en la tasca, en la cantina, en el garito, en la taberna…) o jugando, por qué no, videojuegos.
Jugar con el ordenador o la consola es de las mejores cosas que puedes hacer en vacaciones (cada uno malgasta su tiempo libre como quiere, peor es ver cada tarde Sálvame o la “secta”). Pero, ¿qué problema tenemos este año? ¿A que no lo adivináis…? Sí, amigos, habéis acertado: el puñetero virus. Gracias a la pandemia, todos (y digo todos) los videojuegos que se esperaban sacar para la primavera y el verano se han retrasado. Entonces, ¿qué podemos hacer los que nos encanta viciarnos ahora que tenemos tanto tiempo libre si no hay juegos nuevos? Y no me digáis que el Fornite (que os lo meto por el “maincra”).
Pues desde mi punto de vista solo veo dos opciones: o tirarnos de un quinto o rejugar juegos que ya teníamos olvidados. Para los que estéis tentados de abrir la ventana, esperad un poco que os voy a recomendar tres obras maestras con las que disfruté en su día, que aún sigo jugando de vez en cuando, y que bien merecen una revisión (luego ya, si eso, os tiráis).
Mi primera elección es Left for Dead 2 (2009), puesto que te puede dar decenas de horas de satisfacción y entretenimiento. L4D2 es un shooter frenético en primera persona, cooperativo en el que dependes de tus compañeros para sobrevivir. En el juego tomas el control de uno de los cuatro personajes que son inmunes al virus zombi que ha asolado la humanidad y tu objetivo es llegar vivo al refugio más cercano, hasta la última misión donde si no mueres podrás ser rescatado.
Aunque tanto las hordas de zombis normales como los infectados especiales no nos lo van a poner nada fácil. Por fortuna, este viaje no lo harás solo, te acompañarán los otros tres supervivientes, que pueden ser jugadores humanos o bots.
Si eres una persona huraña y sin amigos, debes saber que la IA de los bots es deplorable y actuarán de forma arbitraria y peregrina. Son tan sumamente inútiles que ni tan siquiera están programados para cerrar la puerta del refugio aunque ya hayamos entrado todos. Pero lo peor es que, a veces, se quedarán mirando mientras mueres desangrado, en lugar de curarte con su botiquín.
Así que si quieres tener una experiencia completa tendrás que entrar en partidas públicas y jugar con “guiris”, que uno de cada cien suele ser un tío majo con una personalidad no tóxica. Y si te va el PVP, hay varias opciones de enfrentamientos pensados para 8 jugadores, los cuales unas veces asumen el rol de infectados y otras de supervivientes. Mi consejo es que te busques amigos (pasa directamente de guiris), la diversión y las risas están aseguradas.
Si lo que te va es jugar solo, puedes optar por Far Cry 3 (2012), un shooter sandbox en primera persona con una impresionante historia que te engancha desde el minuto uno y con uno de los mejores y más carismáticos villanos del mundo del videojuego, Vaas Montenegro, a quien interpreta el magnífico Michael Mando, mundialmente conocido por su personaje en “Breaking Bad” y “Better Call Saul”.
El tío está que se sale, tanto si lo escuchas en inglés como en español (el doblador es el suyo habitual, un monstruo), y ya es mítica su frase de la definición de la locura: “la locura es hacer exactamente la misma mierda una y otra vez y esperar que algo cambie”.
Far Cry 3 tiene todo para hacerte disfrutar durante horas: muchas armas, enemigos, sigilo, progresión de habilidades, vehículos, campamentos para liberar, farmeo, giros de guion…, y todo ello en una preciosa y enorme isla para explorar. Y lo mejor, que al ser de mundo abierto, tú elijes cómo quieres afrontar las situaciones, como un ninja o al más puro estilo Rambo.
A mí me va más el sigilo, por lo que veo más satisfactorio matar desde lejos con un arma de francotirador o un arco sin ser detectado; pero para gustos, los colores.
Por último, pero no menos importante, me gustaría recomendaros un juego un poco diferente de los dos anteriores por si ya te cansaste de pegar tiros. Plantas vs Zombis (2009) es un videojuego de estrategia del tipo “defensa de torre” en el que tendrás que colocar una serie de plantas para que ataquen a los zombis que se irán aproximando a tu casa; si uno solo de ellos atraviesa tus defensas habrás perdido y tendrás que volver a jugar el nivel. Tiene una buena progresión para no ahuyentar a los más “mancos”, pero en los últimos niveles ya requiere una buena estrategia, habilidad y reflejos felinos.
Este juego tiene una calificación para todos los públicos, por lo que lo pueden jugar los niños. Es muy entretenido, simpático y atractivo y no requiere de un ordenador potente; de hecho, seguro que tu PC lo mueve sin problemas. El sonido y la música son extraordinarios para el tipo de juego del que hablamos, se nota el mimo y el cariño de sus creadores (inolvidable la canción del final, la escuchas una vez y te tiras tres días cantándola).
Espero disfrutéis de estos juegazos tanto como yo y os sirvan para desconectar un poco de este verano Covid 2.0. Y recordad que este otoño e invierno van a salir todos los juegos que se han retrasado por el virus, así que id preparando las carteras (pedid un préstamo o una segunda hipoteca si es necesario), dejad el trabajo y a vuestras parejas, comprad muchos víveres para que no tengáis ni que bajar al súper y… ¡¡¡A VICIARSE!!!
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