¡Tres cómics que debéis comprar, malditos!, por Óscar Marcos


Amigos y amantes de la historieta, me propongo hablaros en este artículo de tres maravillosos cómics muy diferentes entre sí, tanto en estilo como en su procedencia y en las historias que cuentan, pero con un indudable interés y gran calidad técnica. ¡Sacad vuestro dinero de los cerditos de barro que tenéis en casa y corred a las tiendas a por ellos! Apuntad, se trata de “American Splendor”, del tándem formado por el guionista Harvey Pekar y el dibujante Robert Crumb; la saga nipona de “Pies descalzos”, de Keiji Nakazawa; y, por último, de “Los surcos del azar” del español Paco Roca. Así, pues, tres joyas del cómic, de lo mejor de Estados Unidos, Japón y Europa.
La primera nos cuenta el día a día en la vida gris de Pekar, que resulta ser una crónica ácida de un antihéroe estadounidense de clase media baja en Cleveland, a través de breves historias aparentemente inconexas que se suceden a lo largo de los años y que contienen un claro aire costumbrista, donde aparecen numerosos personajes vecinos suyos, amigos y compañeros de trabajo. También narra el encuentro real entre Crumb y Pekar en los años 1960; entonces dos “donnadies” con muchos apuros económicos, sobre todo Pekar, pero aficionados a los cómics y a los discos antiguos de jazz.
Ese esplendor del título no es más que un artificio sarcástico del modo de vida americano, de las dificultades para llegar a fin de mes e incluso de la amargura existencial de Pekar, un pintoresco y curioso personaje con el que debía ser difícil la convivencia diaria.
Quien recuerde la película homónima, independiente y biográfica sobre Harvey Pekar, interpretada por Paul Giamatti, del año 2005, sabrá de lo que hablo; quien no la haya visto y se las dé de moderno y friki, que se disponga a verla en cuanto pueda, no sin antes leer el cómic.
El dibujo de esta historieta de estética underground es sublime y regala al lector momentos realmente maravillosos de fina ironía y sutil humor, tanto hacia la sociedad del país más rico del mundo como hacia los propios protagonistas, y donde realidad y ficción parecen darse la mano.
American Splendor es una de las grandes joyas del mejor cómic underground estadounidense de las últimas décadas. 
En otra dimensión cultural y en una época totalmente opuesta se ubica el segundo cómic, “Pies descalzos”, de Nakazawa.
Contada en cuatro densos volúmenes de más de 500 páginas cada uno, avisados quedáis, narra la historia de un niño de la ciudad de Hiroshima y el infierno que sufrió en vida para sobrevivir al estallido de la bomba atómica a finales de la Segunda Guerra Mundial. Es una historia muy cruda pero de una gran humanidad donde Gen, el joven protagonista, es un trasunto del propio autor, que en su infancia conoció los hechos que se narran en esta historia gráfica.
Reconozco que sólo me he leído los dos primeros volúmenes (ya digo que la historia es larga) y también que me costó entrar en la narración porque el dibujo de Nakazawa es aparentemente naif y, al comienzo, no me terminaba de convencer. Sin embargo, poco a poco, fui entrando en la trama y en su estilo, y descubrí su grandeza.
El cómic se convierte en una historia del Japón de esos años de guerra y miseria, una crítica abierta al nacionalismo de la sociedad de su país entonces, así como de la increíble capacidad de superación del ser humano en momentos extremadamente difíciles de la vida.
Termino de hablar de esta saga con una cita del propio autor: “Los seres humanos somos unos insensatos. Por culpa de la intolerancia, el fanatismo religioso y la codicia de los que trafican con la guerra, la tierra nunca está en paz, y el espectro de la guerra nuclear nunca se aleja. Espero que la historia de Gen transmita a sus lectores el valor inestimable de la paz y el coraje que necesitamos para vivir con fuerza pero pacíficamente.” Si queréis ser buenas personas y aprender historia, leedlo. 
En la última historieta, “Los surcos del azar”, se cuenta el terrible periplo del exilio republicano al final de nuestra cruenta Guerra Civil, de España al sur de Francia, y de allí hacia el norte de África, y las tribulaciones que sufrieron la mayoría de esos exiliados hasta convertirse, tiempo después, en soldados que lucharon contra el nazismo en la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial. En sus 350 páginas, Paco Roca utiliza de manera inteligente los saltos en el tiempo como artificio argumental para contar esta épica historia y, en algún momento, recuerda un poco al gran Art Spielgeman en su famoso y aclamado “Maus”, que creo que es su referente narrativo principal.
Para que no hubiera dudas de sus intenciones, el título del cómic es una cita de un poema de Antonio Machado, otro republicano exiliado, y el objetivo final de la narración no es otro que el de recuperar lo que en las últimas décadas se viene en llamar en nuestro país, la “memoria histórica”. Es una reivindicación política en toda regla de los republicanos españoles y, en concreto, de la Compañía “La Nueve”, integrada en la 2ª División Blindada del general Leclerq de la Francia Libre, que consiguió expulsar a los nazis de París a finales de agosto de 1944.
Hasta hace unas décadas, la liberación de la capital gala se consideraba una hazaña bélica exclusivamente francesa, pero, en los últimos años, en el país vecino se han realizado homenajes a los españoles de “La Nueve” reconociendo también sus méritos militares en esta gesta.
Estética y narrativamente este cómic tiene un valor muy estimable, habiendo recibido por ello algunos premios nacionales e internacionales desde que apareció en 2013. Eso no contraviene las indudables connotaciones históricas y políticas aludidas y que no queremos ocultar para el posible lector que esté interesado en leerlo.
Termino diciendo que siempre es un placer poder colaborar en esta revista, más si cabe en la difusión de los cómics, noble arte gráfico que siempre hay que reivindicar apoyando a sus autores.

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