El desprecio de las masas, por Ofelia Ara

“Posverdad”: Expresión de nuevo cuño, que mejor se podría llamar “supraverdad”, que significa que la noticia es trascendida por las consecuencias que provoca en la sociedad, en el ánimo de las personas. Así, la noticia pierde su importancia, solo vale su efecto. Por ello, es susceptible de ser falsa, hecho que no tiene ninguna relevancia.

Es necio no intentar defenderse de esta nueva realidad. Debemos como sociedad impedir que se manipule la información de un modo tan descarado. Aunque la Historia se escribe cada día y sería una ingenuidad pensar que no se ha reescrito con segundas intenciones, para sacar un provecho, un beneficio, un rédito, parece bochornoso que se eleve al rango de norma y se asiente como una actividad lícita entre nosotros.
El libro El desprecio de las masas. Ensayo sobre las luchas culturales de la sociedad moderna., de Peter Sloterdijk, escrito en el año 2000, ayuda a entender cómo funciona la sociedad. Ésta está conformada por una “masa” que, siendo un conjunto de personas, piensa y funciona de manera independiente a los elementos-hombres que la componen.
Peter Sloterdijk hace un repaso histórico por la formación de las masas sociales, cuyo origen está en la Modernidad. Desde Hegel, el gran tema filosófico ha sido la emancipación de la masa de los poderes que la oprimen. Pero antes de Hegel, y a diferencia de éste, Thomas Hobbes se propuso convertir la masa en súbdita. Utilizando el miedo como elemento activador de los hombres, defenderá un estado absoluto donde las conciencias se someterían en favor de la pacificación del espacio público. Aquel pensamiento, el de la emancipación, irá evolucionando a través de otros filósofos, como Spinoza, Marx (que analizó la insatisfacción de las sociedades-masas tradicionales), Nietzsche, y derivará en la creación de una ciencia universal de la naturaleza humana, la antropología, que se convertirá en la ciencia de la derogación de la nobleza y cancelará toda diferencia esencial entre los hombres. Y, al suprimir esta esencia, crea una dimensión lógica en la cultura de masas. La antropología expresa que el lema más poderoso del mundo de la igualdad es el esfuerzo de nacer.
Sloterdijk hace un análisis del pensamiento de Elías Canetti, filósofo bulgaro-alemán, que escribió en 1960 Masa y poder, libro que en su día no fue bien recibido porque se negó a la adulación y no fue complaciente con la sociedad a la que se dirigía (pensemos en nuestros numerosos aduladores actuales, tanto filósofos como sociólogos, en busca de la aceptación social). Canetti puso de manifiesto un hecho fundamental del siglo XX: el poder que poseen la maldad y la falsedad a la hora de arrastrar. Este es el primer riesgo que existe al pertenecer a una masa, el hecho de que ésta funciona y siente independientemente y por encima de cada uno de nosotros. Canetti está seguro de que el futuro será de masas dotadas de plenos poderes. Estas masas son las asambleas físicas, tan presentes en el siglo XX. La multitud, consciente de su presencia, constituirá una de las escenas fundamentales del espacio político. Y, hasta ahora, eso ha sido así.
Pero Canetti no anticipó que la evolución de las asambleas físicas se produciría hacia la participación en programas de medios de comunicación masivos. Y este es el mayor peligro para las sociedades-masas: la pérdida de conciencia de su unicidad, ya que solo se perciben a sí mismas a través de símbolos mediáticos. Ahora somos masa sin ver a los otros. Hay quien lo llama “la multitud solitaria”. Aquí es donde entramos nosotros como sociedad. A menudo hemos perdido la conciencia de nuestra potencia política; estamos rodeados de soledades. Como no conocemos nuestro potencial, estamos expuestos a manipulaciones. Aparecen las mentiras y se nos asigna un papel como conejillos de indias. Nos mienten para ver nuestra reacción; la reacción es el objetivo. Defendámonos.

El desprecio de las masas. Ensayo sobre las luchas culturales de la sociedad moderna. Peter Sloterdijk. Editorial Pre-textos

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