Hay pocos espectáculos visuales más impactantes por estas tierras en las que Cervantes situó parte del argumento de la novela ejemplar que nos da nombre que los colores de los viñedos en otoño. Ocres, rojos, amarillos apagados, verdes pardos… La luz de soslayo de ese sol no tan alto en el horizonte, la bruma de la mañana que le da un halo casi mágico.
El tacto del frescor húmedo en la cara, el olor a tierra mojada y viña otoñal, el sabor del vino nuevo del año, recién fermentado. Placeres inconmensurables que no pueden ser contados en una imagen. Hay que sentirlos allí. Como harán los participantes de la cuarta ruta fotográfica de nuestra asociación, que este año se va a la Sierra de Montilla a recorrer sus paisajes y lagares. Y, por supuesto, a recoger esos colores y texturas en las imágenes que allí tomaremos para, después, mostrarlas a través de la web y las redes sociales de El Coloquio de los Perros.
Una ruta que se sale del casco urbano de Montilla, en cuyo centro histórico tuvo su primera edición. Y es que los centros históricos y su uso y destino también están teniendo su importancia este otoño en nuestra asociación. Por un lado, a través de las reflexiones de Cipión y Berganza en esta revista; por otro, en forma de coloquio que realizamos en Bodegas Pérez Barquero. El tercero en lo que va de año, y que nos permite fomentar cada vez más el espíritu fundacional de esta asociación: el de convertirse en un foro de opinión a la vez que en un foco de difusión cultural.
Una cita a la que no falta, cada tres meses desde hace quince años, esta revista que ahora mismo tienes entre tus manos y que puedes leer pinchando aquí o sobre la imagen de la portada.
El tacto del frescor húmedo en la cara, el olor a tierra mojada y viña otoñal, el sabor del vino nuevo del año, recién fermentado. Placeres inconmensurables que no pueden ser contados en una imagen. Hay que sentirlos allí. Como harán los participantes de la cuarta ruta fotográfica de nuestra asociación, que este año se va a la Sierra de Montilla a recorrer sus paisajes y lagares. Y, por supuesto, a recoger esos colores y texturas en las imágenes que allí tomaremos para, después, mostrarlas a través de la web y las redes sociales de El Coloquio de los Perros.
Una ruta que se sale del casco urbano de Montilla, en cuyo centro histórico tuvo su primera edición. Y es que los centros históricos y su uso y destino también están teniendo su importancia este otoño en nuestra asociación. Por un lado, a través de las reflexiones de Cipión y Berganza en esta revista; por otro, en forma de coloquio que realizamos en Bodegas Pérez Barquero. El tercero en lo que va de año, y que nos permite fomentar cada vez más el espíritu fundacional de esta asociación: el de convertirse en un foro de opinión a la vez que en un foco de difusión cultural.
Una cita a la que no falta, cada tres meses desde hace quince años, esta revista que ahora mismo tienes entre tus manos y que puedes leer pinchando aquí o sobre la imagen de la portada.
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