14 países en 20 días, por Javier Ruz Cerezo

Esto no es un pasaje de la obra de Julio Verne “La vuelta al mundo en 80 días” ni la última canción de Joaquín Sabina. Me han dado la oportunidad de escribir unas líneas sobre mi experiencia viajera más reciente, la cual paso a relataros a continuación.
El pasado 11 marzo me embarqué en un viaje que comenzó en el Reino Unido y terminó en España 20 días más tarde; eso sí, con la particularidad de que decidí hacer un pequeño rodeo y pasar durante ese ínterin por Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania, Republica Checa, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Austria, Italia, Suiza y Francia.
Exceptuando el recorrido Londres – Oslo, el cual hice en avión, el medio de transporte utilizado para el resto de mi viaje fue el tren, concretamente su modalidad de Interrrail. La finalidad del presente artículo no es contar mi viaje sino aportar algo de información a los lectores sobre una modalidad de transporte creo que poco utilizada a la par que muy ventajosa y rentable (si se quiere): el Interrail.
“Desmitificando”. Quizás la primera barrera es la psicológica, ya que yo era el primero que pensaba que un interrail es un traje a medida para estudiantes jóvenes que durante sus vacaciones estivales deciden plantarse su mochila a la espalda y tirar millas a lo barato. Siendo cierta esta afirmación, la modalidad de interrail es bastante flexible y amplia en su oferta. Así, en el plano de los destinatarios, hay amplios descuentos tales como el hecho de que los niños de hasta 11 años viajen gratis, rebaja del 35% si tienes entre 12 y 25 años o un 10% de descuento si ya cuentas con 60 o más primaveras. Para los que no estamos entre ninguno de esos “husos horarios”, el único descuento al que tendríamos derecho es al de un 15% si se viaja en temporada baja (octubre a marzo). 
En cuanto al objeto, si tienes apetito por conocer un gran número de países ubicados en suelo europeo, el billete a elegir es el “Global Pass” el cual es válido en 30 países por el tiempo que tú elijas hasta un máximo de un mes. Si por el contrario, tienes curiosidad por recorrerte todos los recovecos de un único país, el interrail también te da la opción de elegir el “One Country Pass” el cual, como su nombre indica, únicamente sería válido en el país que te has propuesto recorrerte de cabo a rabo. No obstante, hay mayor limitación temporal.
“No es oro todo lo que reluce”. Hay alguna letra pequeña que debes tener en cuenta. Por ejemplo, en algunos trenes (nacionales e internacionales) se requiere reservar plaza antes de embarcar. Esta reserva conlleva un coste no cubierto por el interrail que, dependiendo del país, puede ser desde un par de euros en los países escandinavos hasta los 10 euros que te cobran en España por el AVE. Otra particularidad es que no puedes usar el billete en el país donde seas residente (ej.: si resides en España no podrías adquirir un “One Country Pass” para recorrerte sus rincones).
Mención especial merecen las nuevas tecnologías, la cuales posibilitan que, o bien puedas planearte todo tu viaje con antelación, o bien que decidas “ir a la aventura” e ir planificando tu próximo destino inmediatamente antes de embarcar. Para ello, la aplicación gratuita y sin conexión que para el móvil ofrece “Rail Planner” se erige como un compañero imprescindible de viaje. Webs comparativas de alojamientos también permiten planificar sopesando el tipo de presupuesto al que hayas ajustado tu viaje.
En la siguiente página web http://es.interrail.eu/ hay mucha información útil y más ventajas que no he mencionado para que le eches un vistazo confiando en que sea el comienzo de tu próximo viaje.

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