Top Gun Maverick, por David Luna


Nunca fui abiertamente muy fan de “Top Gun” (1986), porque nuestra generación fue irrepetible para algunas cosas pero muy dura para otras. Hoy se le llamaría masculinidad tóxica, pero en mis tiempos un camino seguro y directo al bullying era decir que te gustaban Hombres G, Tom Cruise o Ricky Martin.

En aquella época, gracias al walkman, podíamos escuchar “Sufre, mamón” y, si te preguntaban, decías, con más miedo que vergüenza, que era Metallica o AC/DC.

Afortunadamente, hoy puedo decir que me encantan Hombres G y Tom Cruise sin tapujos ni medias tintas. Si fuera mujer, Tom Cruise sería mi hombre ideal, pese a que ya tiene sus añitos. Pero es que Tom Cruise ha debido hacer un pacto con el diablo, porque cada día parece más joven y audaz en sus películas; igual te maneja una moto de gran cilindrada que un helicóptero, o se sumerge más de tres minutos en un tanque de agua o te despega subido en el ala de un avión. No sabemos ya el techo que pondrá en su próxima película; se rumorea que va a ir al espacio y, sinceramente, me lo creo.

El argumento de la segunda parte de “Top Gun” tal vez sea lo de menos; queremos ver al bueno de Maverick pilotando un caza en una misión suicida porque sí y punto. Tom Cruise no engaña, da lo que promete: acción a raudales para que salgamos del cine con buen sabor de boca. Ahora vuelve para entrenar a unos pilotos de élite poco curtidos en batalla, pero él volará con ellos, como no podría ser de otro modo, porque no tiene ni pajolera idea del “teletrabajo”.

Y como nos tiene acostumbrados Tom Cruise en sus películas, no hay cromas, lo que se ve es acción real, cosa que se agradece porque ya estamos saturados de tantas pantallas verdes, CGI y cables. El propio Tom pilota el caza como si fuera un piloto experto, que seguro que ya lo es. No se cansa de superar retos y de jugarse el tipo; no me extrañaría que en su próxima visita a “El Hormiguero” nos haga un mortal hacia atrás mientras llama para lo de la tarjeta.

Da gusto ver una película en que la inclusión no es forzada ni te dan la chapa por ello. Podemos ver pilotos de cualquier sexo, raza y orientación sexual perfectamente integrados como podríamos verlo en la vida real. Tom Cruise tiene tanto poder en Hollywood que hace lo que le da la gana y se aleja de esa cultura “woke” y de lo políticamente correcto que tanto daño está haciendo a la industria. Es una película hecha para el disfrute del espectador, y eso se nota tanto en la taquilla como en la crítica. No hay panfleto, ni propaganda; esto no es Netflix ni Disney. Tom Cruise es un hombre blanco hetero y no pasa nada, faltaría más. Aunque ya no es aquel chaval que se iba ligando a todo lo que se movía en la cantina; es un hombre maduro que tiene relaciones sanas pues para eso han pasado 30 años. Lástima el cameo de Val Kilmer; no todo el mundo envejece igual ni tiene la salud de Cruise, pero al menos sale en la película, pues fue parte muy importante y el antagonista de Maverick en el primer film.

Si algo sabe hacer bien Tom Cruise es una película de acción que te deja pegado a la butaca las más de dos horas de metraje, y os aseguro que no se hace larga para nada. No es imprescindible ver la primera “Top Gun”, pero si es recomendable antes de ver “Maverick”. Y sí, por muy bien que se vea en tu salón es una película que debes ver en la pantalla grande. Yo la disfruté como hacía mucho, y es que tiene tantas cosas que me gustan…: los aviones, las hazañas bélicas, la acción desenfrenada y un puntito (o puntazo) de nostalgia que me hizo revivir aquella vez que fui al cine de pequeño con mis amigos y vi esa joya llamada “Top Gun”. La banda sonora es una delicia llena de temazos y seguro que no soy el único que tras verla no se quita de la cabeza la tonada que suena al principio de las dos películas.

Eso sí, no nos vayamos a engañar, es una americanada de narices. Si la vas a disfrutar al cien por cien, olvídate lo que sabes de físicas de aviación y no busques fallos en el guion (la misión es un despropósito táctico que nunca saldría bien en la realidad), pero es la MEJOR PELÍCULA DE AVIONES que verás en tu p... vida.

Para terminar, decir que ya era hora de ver una saga que ha sabido conservar su esencia y modernizarse. Si todas las secuelas se hicieran con el mismo gusto y mimo tendríamos más películas de “Terminator”, “Cazafantasmas” o la mismísima “Star Wars” sin que fracasaran en taquilla ni dieran vergüenza ajena.

Mi nota es un 10, CINE en mayúsculas por y para el espectador.

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