Cuéntame: 20 años conociendo nuestra historia más reciente, por Alicia Galisteo


Parece que fue ayer cuando un niño asomado en una ventana nos presentaba a su familia, un padre y una madre que se habían venido de un humilde pueblo de Albacete buscando las oportunidades que la gran ciudad le podía ofrecer, una abuela que formaba parte de las familias extensas tan normalizadas en los años sesenta y dos hermanos, uno de ellos con inquietudes políticas que se perfilaba a ser el primer universitario de la familia y una hermana con muchas ansias de salir del país y conocer mundo, ya que la sociedad la había privado de estudiar una carrera.

Así comenzaba la serie más longeva de la televisión en España; corría el año 2002 y en la ficción nos situaban en el año 1968, cuando Massiel situaba a España en el mapa de Europa tras vencer en el concurso de Eurovisión. De este modo, la serie Cuéntame cómo pasó lleva colándose en nuestros hogares mostrando las diferentes décadas de nuestra historia reciente; actualmente se encuentra en el año 1993 y con veintidós temporadas a su espalda.

Esta serie con la que todos nos hemos sentido identificados en mayor o menor medida nos mostró cómo fuimos y cómo queríamos llegar a ser mientras hacíamos un ejercicio de nostalgia y veíamos los hechos más importantes que habían acontecido: el atentado a Carrero Blanco, la muerte de Franco, el golpe de Estado de Antonio Tejero en el Congreso de los Diputados o la llegada de la consolidación de la democracia con la llegada del gobierno socialista de Felipe González.

En cuanto a lo que a los protagonistas se refiere, se ha visto un cambio en las diferentes épocas, hemos vivido el cambio de Antonio Alcántara como un padre al que los hijos le deben respeto y que se hace respetar pero que empieza siendo ordenanza en los ministerios y trabajando en una imprenta, pero este personaje no para de reinventarse con el único objetivo de prosperar y no demostrar que haber abandonado el pueblo no fue en vano, aunque siempre mantiene las raíces.

En Mercedes, la mujer de Antonio Alcántara, se ve un cambio en la mentalidad conforme va pasando los años, pasa de una mujer que cose pantalones a tener un negocio de moda, y para ello ha estudiado una carrera y ha luchado por causas que creía justas hasta encontrarse y aunque pone el amor en el centro de su vida poco a poco ha sabido ganar terreno en la vida familiar.

Entre los hijos, tengo que decir que la familia fue creciendo y en 1973 tuvieron otra niña, hay que destacar el amor entre Carlos y Karina, a los cuales hemos ido viendo crecer a través de la pantalla; los vaivenes amorosos de Toni y su lucha política en las primeras temporadas y en la lucha por la verdad durante su época de periodista, o la inconformista de Inés enamoradiza que en un viaje a Londres descubre otra forma de vida y pone todas sus ganas en ser actriz hasta que finalmente lo termina consiguiendo, resaltando uno de los amores más bonitos de la serie, el de Inés con el cura obrero Eugenio que termina con el nacimiento de Oriol.

Y con estas pinceladas os animo a ver el recorrido de esta serie que también ha sido el de nuestra historia y el de nuestra sociedad y que forma parte de la historia de la televisión. Se dice que no hay que olvidar el pasado para no volver a repetirlo; quizás esta serie nos haga ver el salto cualitativo que hemos dado la sociedad española y aprendamos a valorar nuestra democracia.

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