Far Cry 6, por David Luna


Ya está aquí la nueva entrega de una de las sagas más queridas por los amantes de los videojuegos. Retraso tras retraso nos llega, por fin, el ansiado FarCry 6, un shooter arcade en primera persona de mundo abierto.

Todo empezó allá por 2004 con el primer FarCry, creado por Crytek, sí, los de Crysis (2007), y distribuido por Ubisoft. Este FarCry, a pesar de su arcaica jugabilidad, tenía un motor gráfico brutal y supuso el espaldarazo definitivo a la compra de tarjetas gráficas para gaming. Después llegaron las secuelas, perfilando las señas de identidad inherentes a la saga y convirtiéndose en una de las franquicias más reconocidas de Ubisoft. Básicamente, cada entrega mantiene las mismas mecánicas y se va añadiendo alguna nueva, pero sin perder la esencia que ha hecho famosa a la IP (Propiedad Intelectual en inglés) FarCry.

Como no podría ser de otro modo, FC6 es un juego del todo continuista, sigue usando la misma exitosa fórmula una y otra vez y, por raro que parezca, no resulta aburrida ni repetitiva. Quejarse de que esta entrega se parece a las anteriores es como quejarse de las secuelas de Matrix porque no sean un musical. En esta ocasión lucharemos por la liberación de Yara, un estado totalitario gobernado con puño de hierro por un dictador sin escrúpulos que mantiene a su población en la más absoluta de las miserias mientras él y su familia viven en la opulencia.

A nadie se le escapa que la isla de Yara está inspirada en Cuba y Antón Castillo en Fidel Castro. Tanto los paisajes como las edificaciones, los vehículos, la afición por los puros, el baseball, el sueño americano de escapar a Miami, la revolución, los malvados yanquis capitalistas (y todos los estereotipos que se te ocurran) rezuman referencias a Cuba. Si bien la historia, como siempre, es una excusa para generar el caos allí por donde pasamos y asegurarnos miles de combates, te atrapará desde el minuto uno. Tú eres el elegido para llevar a los yaranos a la libertad; no será un camino de rosas, tendremos que sembrar Yara de cadáveres, pero la revolución exige sacrificios.

En su apartado técnico en PC no sale muy bien parado, puesto que no aprovecha bien la potencia de las gráficas a costa de forzar el procesador, dando lugar a problemas graves de optimización como el shuttering que serán más o menos importantes dependiendo de la potencia de tu ordenador. Si tienes una PC Gaming de última generación disfrutarás de un juego con una fotografía bellísima y más si se activa el raytracing con las texturas HD (alta definición) que hacen que todo se vea hiperrealista. Eso sí, abstenerse equipos modestos puesto que tanto virtuosismo gráfico no está para todos los bolsillos y más con la subida de precio de todos los componentes que nos harían falta.

El sonido es el genérico de cada FarCry, las armas cumplen y poco más. Mención especial merece su banda sonora: tendremos temas de grupos de primer nivel junto a otros menos conocidos, pero todas tienen ritmos latinos y caribeños con lo que no desentonan y mejoran la experiencia al punto que son una parte más del lore, como el himno de Yara que escucharemos en infinidad de ocasiones. Una cosa que me ha encantado y me ha provocado más de una risa: nuestro protagonista canta (y no especialmente bien) algunas canciones cuando las escucha en la radio al igual que lo haríamos cualquiera de nosotros.

Como todo juego de mundo abierto no está exento de bugs y problemas de lo más variopinto. Desde crasheos hasta la imposibilidad de terminar una misión o directamente de iniciar el juego. No puedo decir que esté plagado de bugs como Cyberpunk 2077 pero los que tiene me han resultado muy molestos. Los problemas más gordos suelen arreglarlos con parches, pero otros se quedarán en el juego para siempre: «para vosotros sufridores, digo jugadores».

Hay que tener en cuenta que no viene doblado al castellano, pero no le hace falta pues el doblaje latinoamericano es impecable y ayuda a tener una mayor inmersión. Incluso en las cinemáticas se nota un tremendo trabajo de sincronización labial que hace que sean una experiencia cinematográfica. Es lo mismo que ver una serie como Narcos en la que no tendría sentido doblarla puesto que nos perderíamos perlas como “malparío”, “hijueputa”, “gonorrea”; aunque como en todo hay detractores que han visto en esto una forma inteligente de Ubisoft de ahorrase un doblaje.

Donde el juego gana enteros es en su jugabilidad. Es endiabladamente divertido y adictivo, puedes echarle decenas de horas sin notar hastío. Y como todos los juegos de este estilo, para alargar su vida artificialmente tiene un sinfín de coleccionables y secretos que para los gamers con TOC (que necesitan completar todo al 100%) deberán comprarse una vida nueva si no quieren dejar algo a medias. Se puede jugar en solitario o en cooperativo, con lo que podremos recorrer el extenso mapeado y hacer todas las misiones con un amigo (imprescindible que tenga micrófono). En cuanto a la dificultad, hay que decir que solo hay dos modos: uno fácil y otro aún más fácil, no vaya a ser que se nos frustren las nuevas generaciones de jugadores y se ofendan porque un videojuego les recuerda lo “mancos” que son.

Cualquier fan de “FarCrys” sabe que en el juego es obligatorio liberar puestos, defender aliados, escalar torres, cazar, pescar, buscar tesoros, participar en carreras, conseguir muchas armas y vehículos. Aquí las novedades son mínimas: no hay árbol de habilidades como tal, mayor protagonismo del farmeo y un mapa más grande. No esperéis que inventen la pólvora; si buscáis un shooter original que innove y arriesga, mejor comprar Deathloop (2021). En FarCry se va a lo seguro. Pero como ya he dicho, esto ni es bueno ni malo, FarCry 6 le da a un jugador todo lo que espera de un FarCry. Un juego debe divertir igual que una comedia debe hacer gracia. Aquí no hay nada que objetar. FC6 te recompensa por lo que pagas. Si buscas diversión, aquí la encontrarás a raudales.

En conclusión, podemos decir que estamos ante la mejor y más completa de todas las secuelas. Ubisoft lo ha vuelto a hacer y nos ha traído lo mismo, pero mejor. Si eres amante de los shooters y, sobre todo, si te gusta la saga FarCry, aquí te lo vas a pasar en grande. Te recomiendo su compra. Y si eres nuevo en este tipo de juegos de mundo abierto, es un buen momento para descubrir por qué es un superventas. Es cierto que no es un shooter nada realista, ni en sus físicas, historia, jugabilidad o planteamiento, pero no le hace falta; FarCry 6 es un gran juego lo mires por donde lo mires. ¿O acaso no es un placer culpable ver las acrobacias imposibles de los de “Fast & Furious”? Solo tienes que poner el cerebro en automático y dejarte llevar.

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