2021, ¿...que no puede ir peor?, por Leonor Rodríguez "La Camacha"


Descifrando las términos del contrato que hemos firmado con Dios al nacer, acortando los tiempos entre borrachera y borrachera, dubitando las imaginarias inversiones futuras, pregonando las bonanzas de los nuestros y las ruindades de los otros, afrontando nuestro personal e intransferible muro de las lamentaciones, eligiendo nuestro ataúd o simplemente esperando nada. Todos los resortes de nuestra mente perfuman las calles de un insoportable hedor a derrota. Y entre tópico y tópico, “¿quién imaginaría esto hace un año?”, “ya veremos cómo salimos de esta”, “solo falta la invasión alienígena”, altas dosis de victimismo vital.

¿Que no podemos estar peor? Sujétame el cubata, plis.

Como un inmenso torrente de acidez estomacal convertida en verbo me fluyen las ideas sobre lo que os vaticino para este año 2021, queridos vecinos:

Arribará la suegra a vuestra casa a lo peor, a quedarse… para siempre.

Bertín, tras ser abandonado por Fabiola, os comunicará que tu casa, es la suya, ya que os la va a ocupar sin violencia.

El invierno va a ser frío, va a ser gris y va a durarles el resto de sus vidas.

Arévalo va a sacar tres nuevas cintas de chistes de gangosos.

El meteorito se estrellará en un lugar desierto entre Aragón y Cataluña. El impacto independizará, por combustión espontánea y sin víctimas, a la nueva y molona República Lliure del Ampurdá y el Espetec (los españolitos que desafinan en su babel particular desearán, ante lo excelso de la obra divina, más meteoritos que fragmenten gratis su mismidad).

Las abuelas no darán ni un pellizco ni beso más, pedirán los intereses del dinero entregado clandestinamente por la rebaba de tu pantalón, freirán las patatas con mantequilla,  acusarán a los nietos ante sus padres de fumar y de ver porno y dirán que querían más a tu hermano. Aunque total, esto no debe doler tanto. Ellas solo han sido un número, en caja de pino, que contar.

Britney Spears sacará un disco de fusión flamenca con Leonardo Dantés. Posteriormente, venderá la exclusiva de su boda con él y todos compraréis, memos, el HolaCaracola.

Se acabará la cerveza.

Tras acabarse la cerveza se producirá un apocalipsis zombi en el que el grupo de la cata virtual del Coloquio acabará con dos terceras partes de la humanidad de puro coraje. Un rayo de esperanza (no se producirá, pero Soros me obliga a introducir un porcentaje de buenas noticias ficticias para que seáis felices) aparecerá en el mes de noviembre cuando dos montillanos autoconfinados en un bunker consigan sintetizar un nuevo lúpulo que solo dará cerveza con sabor a Cruzcampo (algo es algo).

Don Simón conminará a su hijo Fernando a que deje de hacer el tonto en público. No lo conseguirá, y en venganza Fernando le echará un mal de ojo y le augurará, para desgracia nacional, unas ventas mínimas de uno o dos cartones en todo el Estado.

Pablo Casado se juntará con Mikel Erentxun para versionar Cien gaviotas. El tema será un griji.

España sacará su vacuna. Los negacionistas la aceptarán al ser regalada junto con un libro firmado por el Papa Clemente del Palmar en la II Convención Mundial de Terraplanistas. La vacuna será la más efectiva del mundo, pero la fórmula se la entregarán a un grupo de alumnos de Bachillerato que la olvidarán, argumentando que en casa se la sabían. A pesar del fiasco, obtendrán el título porque pese a los 1.500 millones de muertes planetarias provocadas por tal pérdida, demostraron tener los estándares superados y la media del curso por encima de cinco.

Desaparecerán las vacaciones. Los festivos serán considerados días nefastos. Se prohibirá el rascamiento de escroto que pasará a considerarse actividad de vagos, bandidos y maleantes.

Íñigo Errejón desaparecerá misteriosamente.

Pedro Sánchez pactará con su ego, que lo traicionará. El ego convocará nuevas elecciones a las cuales, obviamente, solo se presentará él.

Abascal tendrá un hijo negro con su mujer. El vástago tendrá acento catalán.

Pablo Iglesias fichará por Silbon. Nacionalizará la empresa, se comprará tres chalets en el Brillante, pasará la capital nacional a Córdoba y obligará a todo el mundo a decir “sipote”.

España dejará comprar todas sus reservas de gambas de Huelva y jamón de pata negra a los chinos para provocar una zoonosis invertida. Esta llevará a la muerte por ahogamiento a tres cuartas partes de los orientales al ver el especial de fin de año chino de los Molancos de Wuhan que incitarán a decir al público:”el pelo de San Loque no tiene labo polque Lamón Lodliguez se lo ha coltado”. Al no poder evitar la risa, se les hará nudo en el gallillo y las hebras del jamón concluirán la faena.

Y en el postrer momento, antes del juicio final…

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