Metro Exodus (2019) cierra una trilogía de que empezó con Metro 2033 (2010) y Metro Last Night (2013). Basados en una novela de Dmitri Glukhovsky, todos los Metro son shooters en primera persona con toques de Survival Horror. La última entrega coquetea, además, con el mundo abierto, aunque no acaba de funcionar del todo bien puesto que si por algo es conocida la saga Metro es por ser pasillera y llevarte sobre raíles.
En Exodus volvemos a ponernos en la piel de Artyom, que es un superviviente de una postapocalíptica Rusia, resultado de una guerra nuclear. El único refugio que encontraron los habitantes de Moscú lejos de la radiación fueron los túneles del metro. Afuera sólo hay radiación, mutantes y muerte. Con el pasar de los años han creado una especie de ciudad subterránea totalmente organizada a la espera de poder salir al exterior. A diferencia de los juegos anteriores, en los que no nos movíamos de Moscú, en Exodus podremos viajar por toda Rusia en nuestro propio tren, buscando un lugar habitable y menos peligroso para vivir.
La jugabilidad es una delicia, hay momentos de tiroteos frenéticos, misiones de infiltraciones con sigilo, bunkers y subterráneos oscuros donde te acechan criaturas de pesadilla, crafteo, farmeo... La gran diferencia con otros shooters es que aquí cada bala cuenta. La escasez hace que nos tomemos con mucha calma nuestros enfrentamientos, por lo que muchas veces lo mejor es agazaparse y pasar desapercibido. También el sistema de moralidad es un punto a favor, ya que si quieres ver el final “bueno” no podrás comportarte como un psicópata sediento de sangre. Artyom no es una bestia insensible, es un ser humano y no tiene por qué ir arrebatando las vidas de todo aquel que se cruce en su camino. El juego penalizará seriamente a los jugadores de gatillo fácil y te dará avisos sonoros cuando cometes un acto deleznable como matar a un civil o a un enemigo que se esté rindiendo. Eso no quita que, como buen juego de disparos, puedas ir en modo Rambo disparando a saco, pero no es lo más disfrutable ni aconsejable. Es un juego para tomarse las cosas con sosiego y disfrutar u horrorizarte con lo que vayamos viviendo en cada momento. La inmersión es tal que cuando estás sumido en la oscuridad más absoluta, alumbrado por una tenue linterna, escuchando cómo se acercan los enemigos y a ti solo te quedan unas pocas balas..., sientes agobio, pero de verdad.
Todos los juegos Metro han sido muy exigentes en cuanto a requisitos técnicos; este no solo no defrauda, sino que directamente impide jugarlo a no ser que tengas una máquina más o menos decente. Yo he usado una gráfica GTX 1070 e iba justa, justa. Eso sí, gráficamente es tan brutal que incluso con configuraciones modestas se ve espléndido, así que no alcanzo a imaginar cómo se verá en ordenadores “Master Race”. Os puedo asegurar que los gráficos son verdaderamente impresionantes, apabullantes, extraordinarios..., y si tienes la posibilidad de activar el ray traicing tiene que lucir increíble, posiblemente el juego con mejores gráficos que hayamos visto nunca. No es solo que visualmente luzca bien, es un juego hecho con mimo y lleno de detalles. Un lujo para la vista que no saldrá nada barato, y no solo hablo del coste del videojuego; para poder disfrutar de la mejor experiencia vas a tener que comprarte un ordenador de no menos de dos mil euros. Pero si te lo puedes permitir este es un juego benchmark, que sirve para medir la potencia de tu equipo. Si tu PC no es un “pepino”, ni te acerques, porque sufrirás continuas rascadas, bajadas de frames, y algún que otro pantallazo azul.
El sonido de las armas es excelente, muy realista y cuidado. El juego está doblado completamente al castellano, aunque a veces nos perderemos conversaciones importantes puesto que las voces se funden con otros sonidos como el del tren o de la radio. Y hablando de fallos y bugs, la primera versión 1.0 de Exodus estaba al límite de lo jugable (supongo que los parches posteriores habrán solucionado muchos de ellos). Eso sí, a su favor tengo que decir que la mayoría de los problemas se solucionaron retocando varias veces la configuración de video para conseguir que el juego, no solo fuera jugable, sino disfrutable. Esto es una rémora que históricamente sufrimos los “peceros”; a veces, para configurar un juego, tienes que ser ingeniero informático. En las consolas los juegos ya vienen afinados de fábrica y prácticamente no hay que tocar nada.
Lo mismo que los anteriores Metro, Exodus es corto en su duración, aunque también hay que decir que se te hace muy corto puesto que es endiabladamente entretenido. Sin caer en spoilers, decir que el final malo me parece más realista, propio e inherente a la historia que nos cuentan. El final bueno es el típico “happy end” de las películas y a mí, particularmente, no me ha gustado nada.
Como conclusión puedo decir que estamos ante el mejor y más realista Metro de todos, broche de oro a la trilogía. Aunque no descartéis una cuarta entrega (que seguro la habrá).
Juego más que recomendable si tienes un PC GAMER; si tu ordenador no da la talla, ni te acerques. O tal vez sea el momento de cambiarlo: renovarse o morir.
ME HA GUSTADO
- El sistema de modificación de las armas.
- La sensación de soledad en algunas zonas subterráneas crea una atmósfera angustiosa y opresiva.
- El satisfactorio uso del sigilo y la posibilidad de terminar algunas misiones sin disparar ni una sola bala.
- La ambientación y sus escenarios inmersivos cargados de detalles.
- Relato adulto no apto para pusilánimes.
NO ME HA GUSTADO
- Excesivamente corto.
- Poca rejugabilidad más allá de ver todos los finales y coger los coleccionables.
- Muy exigente en el apartado técnico; necesita de un PC potente de ultimísima generación para moverlo con soltura.
- El aparente mundo abierto no ha acabado de encajar, se ha quedado a medias.
- A veces las armas fallan tiros inexplicablemente.
Comentarios