Ya está disponible la edición de la revista El Ladrío Invierno 2020, la del 18 aniversario de nuestra asociación. Te dejamos el editorial de la misma y su portada; pincha sobre ella o en el enlace para leerla completa.
Un
23 de diciembre de 2001, en un lugar con un nombre tan marcado como el
Restaurante Don Quijote de Montilla, siete inquietos aficionados a la cultura,
al diálogo y al patrimonio material e inmaterial de su tierra, decidieron crear
la Asociación Cultural “El coloquio de los perros”.
18
años después, aquí seguimos. Somos más gente, claro está; muchas caras han
acompañado a la asociación durante toda su andadura o casi, otros muchos se han
ido incorporando durante todo este tiempo. Pero tanto unos como otros
continuamos con esa misma inquietud que en aquellas navidades de 2001 nos llevó
a constituirnos en asociación. Y eso no es una cuestión baladí en estos tiempos
digitales en que todo va y viene a velocidad de “me gusta” y en los que parece
que hasta los colectivos nacen con fecha de obsolescencia programada.
Esas
inquietudes se han plasmado en todo este tiempo en distintas actividades; unas
se perdieron, otras aparecen y desaparecen como el Guadiana, algunas se
mantienen desde que las creamos, las hay que nos acompañan casi desde el
principio, incluso hemos realizado y tenemos planeada alguna nueva e inédita
para 2020.
Al
igual que hace 18 años, nuestro nombre nos sigue definiendo: asociación porque
somos un colectivo de personas con unas inquietudes comunes; cultural porque
esa es nuestra bandera; “El coloquio de los perros” porque es Cervantes, porque
es diálogo y opinión y porque está relacionada con Montilla, nuestra localidad
de nacimiento, para desde ella alcanzar la globalidad y universalidad como hizo
el padre literario de nuestros Cipión y Berganza. Si también te identificas con
todo esto, quizás sea ocasión de que te conviertas en un socio perruno más y
nos ayudes a continuar otros 18 años más.
Como
Berganza decía a Cipión en la novela ejemplar cervantina: “Llegamos, pues, por
nuestras jornadas contadas a Montilla, villa del famoso y gran cristiano
Marqués de Priego, señor de la casa de Aguilar y de Montilla.”
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