Celebrando el Día del Libro en femenino, por Elena Soria

Aunque ya hayan pasado los meses de marzo y abril, me gustaría aprovechar esta ocasión para poner de relieve dos días muy importantes del año: el Día del Libro y el Día de la Mujer. Y qué mejor manera de celebrar ambos que fusionarlos y disfrutar de la lectura a través de tres autoras que he leído recientemente.
A continuación, resumiré brevemente los libros por orden cronológico de publicación. He de decir que estos libros no tienen ninguna relación entre sí. Simplemente, de una manera u otra han caído en mis manos y ahora me siento en la obligación de compartir estas autoras y sus obras con vosotros.
Mi primera recomendación es Una Habitación Propia de Virginia Woolf. Este conocido ensayo gira en torno a la idea de que para que una mujer pueda escribir tienen que darse dos condiciones: que tenga una habitación propia y un sustento económico. La autora repasa en cinco capítulos a grandes escritoras que la precedieron, su repercusión y su situación como escritoras y mujeres en su tiempo.
Virginia Woolf, una gran pionera en una época en la que tratar la desigualdad entre hombres y mujeres era impensable, defendió el papel indispensable de la mujer en la sociedad, fuesen escritoras o no.
El segundo libro se trata de Mujer en punto cero de Nawal El Saadawi. Esta novela, que más bien es una especie de libro de memorias de un encuentro de la autora con la protagonista, narra la dura vida de Firdaus, una mujer que conoció Nawal en una cárcel de Egipto, y que se ve embestida de lleno por una sociedad patriarcal en la que sufre todo tipo de maltratos por parte de los hombres de su entorno.
Recomiendo también investigar sobre la vida de esta autora y activista que durante toda su trayectoria ha luchado por romper las barreras y desigualdades a las que se enfrentan las mujeres en su día a día; no solo en su propia cultura, sino a nivel global.
Mi última sugerencia, dejando la ficción para el final, es El cielo es azul, la tierra blanca de Hiromi Kawakami, una novela radicalmente distinta a las dos anteriores. Cuenta la historia de amor entre una solitaria mujer japonesa de cuarenta años y su anciano maestro de escuela. Es un primer acercamiento a la cultura nipona, ya que recoge aspectos muy característicos de esta. La historia es lenta y cargada de descripciones de naturaleza y gastronomía, no obstante es un tierno relato que se aleja de los que estamos acostumbrados a leer en occidente.
Sin lugar a dudas, los tres libros son muy dispares entre sí, pero captan a la perfección las preocupaciones y vivencias de estas tres creadoras, viéndose envueltas cada una de ellas en unas circunstancias vitales muy diferentes. Espero que os animéis a leer alguno de estos libros y que podáis celebrar durante todo el año la literatura, ya sea en masculino o en femenino.

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