En la actualidad, en nuestra alimentación podemos encontrarnos con lo que algunos llaman los 5 venenos blancos, como son la sal, la leche de vaca y los refinados de harina, arroz y azúcar. Éstos son consumidos a diario, con un claro riesgo para nuestra salud, ya que tienen poco valor nutricional y son causa de múltiples enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, obesidad, e incluso cáncer.
Me congratula poder dar caña a uno de estos “venenos blancos”, el azúcar; y más concretamente a las bebidas azucaradas, donde el Óscar (Mayer) sin duda se lo lleva la Caca-Cola. Que sí, que la Coca-cola aporta energía, pero poco más, ningún nutriente. Es causante de obesidad, caries, desequilibrio nutritivo, y si encima llevan añadidos edulcorantes químicos como el aspartamo (bebidas light), sacarina y ciclamatos, su consumo puede aumentar el riesgo de cáncer.
Sobre la cantidad de azúcar presente en la Coca-Cola, 2 litros de bebida corresponden a 212 gr de azúcar, 35 gr para la lata convencional de 330 ml, casi un 50% de la cantidad diaria recomendada (CDR). Igual ocurre con bebidas de otras compañías como Pepsi.
Un estudio presentando en la Conferencia de la Asociación Americana del Corazón sobre Epidemiología, Prevención/Nutrición y Actividad Física, afirma que estas bebidas son responsables de 183.000 muertes al año en todo el mundo. Éstas provocan sobrepeso y obesidad y por consiguiente aumentan el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. De estas 183.000 muertes, 133.000 estarían asociadas a la diabetes, 44.000 con la enfermedad cardiovascular y por último 6.000 con el cáncer.
Bruce Bradley, antiguo ejecutivo de marketing en una gran empresa de alimentación, durante una entrevista para una conocida web de fitness y salud afirmaba que el mayor gasto de la compañía, con diferencia, es el destinado a la publicidad (más 3.000 millones de dólares el año pasado), para convencernos de que tomar agua con azúcar y colorantes nos hará muy felices.
Casi todos habremos visto ese anuncio donde Coca-Cola se propone cambiar las estadísticas, haciendo un llamamiento al cambio y ganarle la partida al sedentarismo y al sobrepeso. Perdona, ¿sobrepeso? Es un tanto surrealista que uno de los principales causantes de la obesidad ahora nos venga con la historia de que hay que luchar contra estas estadísticas, lo cual es verdad (en el anuncio no dicen ninguna mentira), hay que luchar contra ellas, pero nos están ocultando la verdad, o su gran mentira. Es lógico que para vender un producto todo sean halagos exagerados sobre los supuestos “beneficios” pero hay que tener mucha cara para hacer este anuncio y no reconocer que ellos forman parte de esas estadísticas negativas.
Mientras reflexionaba sobre estas líneas que aquí escribo y con la TV de fondo, cuál es mi sorpresa ver que Telecinco también se apunta a cambiar las estadísticas junto a Coca-Cola, lo que me faltaba por ver. Quieren quedar bien ahora animándonos a cambiar las cifras, pero eso sí, siéntese a ver Tele-basura (sedentarismo) tomándose una Coca-Cola (obesidad; o como en el anuncio ellos lo llaman, “los gordos”). Siempre el que más habla es el que tiene más que callar. Si quieren predicar con el ejemplo, que construyan pozos en Somalia para rehidratar el mundo.
Y sobre el mito del uso de la Coca-Cola para desatascar el fregadero, diré que después de saber los productos químicos que incluyen, me decanto por no probarlo, ¡pobres tubos de PVC!
Me congratula poder dar caña a uno de estos “venenos blancos”, el azúcar; y más concretamente a las bebidas azucaradas, donde el Óscar (Mayer) sin duda se lo lleva la Caca-Cola. Que sí, que la Coca-cola aporta energía, pero poco más, ningún nutriente. Es causante de obesidad, caries, desequilibrio nutritivo, y si encima llevan añadidos edulcorantes químicos como el aspartamo (bebidas light), sacarina y ciclamatos, su consumo puede aumentar el riesgo de cáncer.
Sobre la cantidad de azúcar presente en la Coca-Cola, 2 litros de bebida corresponden a 212 gr de azúcar, 35 gr para la lata convencional de 330 ml, casi un 50% de la cantidad diaria recomendada (CDR). Igual ocurre con bebidas de otras compañías como Pepsi.
Un estudio presentando en la Conferencia de la Asociación Americana del Corazón sobre Epidemiología, Prevención/Nutrición y Actividad Física, afirma que estas bebidas son responsables de 183.000 muertes al año en todo el mundo. Éstas provocan sobrepeso y obesidad y por consiguiente aumentan el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. De estas 183.000 muertes, 133.000 estarían asociadas a la diabetes, 44.000 con la enfermedad cardiovascular y por último 6.000 con el cáncer.
Bruce Bradley, antiguo ejecutivo de marketing en una gran empresa de alimentación, durante una entrevista para una conocida web de fitness y salud afirmaba que el mayor gasto de la compañía, con diferencia, es el destinado a la publicidad (más 3.000 millones de dólares el año pasado), para convencernos de que tomar agua con azúcar y colorantes nos hará muy felices.
Casi todos habremos visto ese anuncio donde Coca-Cola se propone cambiar las estadísticas, haciendo un llamamiento al cambio y ganarle la partida al sedentarismo y al sobrepeso. Perdona, ¿sobrepeso? Es un tanto surrealista que uno de los principales causantes de la obesidad ahora nos venga con la historia de que hay que luchar contra estas estadísticas, lo cual es verdad (en el anuncio no dicen ninguna mentira), hay que luchar contra ellas, pero nos están ocultando la verdad, o su gran mentira. Es lógico que para vender un producto todo sean halagos exagerados sobre los supuestos “beneficios” pero hay que tener mucha cara para hacer este anuncio y no reconocer que ellos forman parte de esas estadísticas negativas.
Mientras reflexionaba sobre estas líneas que aquí escribo y con la TV de fondo, cuál es mi sorpresa ver que Telecinco también se apunta a cambiar las estadísticas junto a Coca-Cola, lo que me faltaba por ver. Quieren quedar bien ahora animándonos a cambiar las cifras, pero eso sí, siéntese a ver Tele-basura (sedentarismo) tomándose una Coca-Cola (obesidad; o como en el anuncio ellos lo llaman, “los gordos”). Siempre el que más habla es el que tiene más que callar. Si quieren predicar con el ejemplo, que construyan pozos en Somalia para rehidratar el mundo.
Y sobre el mito del uso de la Coca-Cola para desatascar el fregadero, diré que después de saber los productos químicos que incluyen, me decanto por no probarlo, ¡pobres tubos de PVC!
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