La revista “El ladrío”, esta que ahora lees, sigue trimestre tras trimestre, con más de veinte años de colaboraciones que pretendemos que sean otros tantos más; a pesar de las socarronas opiniones de nuestros canes de cabecera, Cipión y Berganza, que no se ponen de acuerdo en este número de si el fin de la humanidad vendrá por causas propias o por causas naturales. Leonor Rodríguez, La Camacha, nuestra bruja cervantina, hace un alarde de milenarismo Arrabaliano mezclado con revelación apocalíptica. Además de ello, poesía, recomendaciones, opiniones o narrativa breve jalonan las páginas de esta edición de El Ladrío que te invitamos a seguir leyendo.
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Poco a poco vamos recuperando la normalidad previa a la pandemia. En El coloquio de los perros, el mejor reflejo de ello es que la cata de cerveza ha vuelto. La del vigésimo aniversario, la primera post-covid. Un éxito absoluto y tremendo de asistencia que nos confirma la aceptación y la vigencia que aún mantienen las actividades de nuestra asociación y los objetivos iniciales que nos llevaron a fundarla: promover el diálogo y el intercambio de opiniones y poner en valor nuestro patrimonio histórico, cultural y antropológico.
Con fuerzas renovadas nos lanzamos, pues, en pos de esa reconquista de la normalidad retomando otras iniciativas pospuestas durante dos largos años en las cuales el calor de la presencia de gente es fundamental: rutas fotográficas y culturales, catas de vino, presentaciones de libros, coloquios o peroles perrunos se comienzan a planificar de nuevo y reubicar en el calendario de nuestra asociación. Sin despreciar aquello positivo que hemos adquirido en estos meses, como el valor de lo telemático para ser capaces de llegar a más gente y contar con más opiniones. Y, por supuesto, continuando las actividades que no han parado ni por confinamiento, como el concurso de relato corto y fotografía, que ha cumplido veinte ediciones y ya tiene ganadores de 2022.
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